La irregularidad orgánica de la vegetación del parque se enfrenta a la geometría racional de la intervención arquitectónica. Partimos de una plataforma rectangular, basamento continuo para el desarrollo del programa. Sobre la mayor parte de esta base situamos una cubierta plana de canto muy reducido. Y entre ambas, tres cajas que se intersectan para recoger el programa. Dos de ellas son opacas. Una para cocina y almacenes, y otra para los servicios. Los usos públicos se ubican en una tercera caja acristalada en todo su perímetro. La continuidad visual con el exterior va ligada al uso combinado de espacios interiores, exteriores bajo la cubierta y exteriores al aire libre, variable según fechas y climatología.
Tanto el basamento como la cubierta se perforan siguiendo el patrón irregular y orgánico de los árboles existentes. Cada árbol es el centro de una serie de círculos concéntricos, como ondas de gotas sobre el agua. Los de menor diámetro perforan la base creando amplios alcorques. Los intermedios, muerden y atraviesan la cubierta, generando juegos de luz y sombra. En las intersecciones entre los más grandes se ubica un bosque de pilares circulares de pequeña sección, una estructura irregular en su geometría que incorpora lo orgánico a lo tectónico.
El punto de partida del programa es posibilitar el uso combinado de espacios interiores y exteriores. Ello induce a intentar lograr una continuidad entre el interior y el exterior del edificio, una disolución de los límites físicos del espacio. Pensando en precedentes ya clásicos como la Fundación Cartier de París, de Jean Nouvel, o en otros tan recientes como el pabellón de la Serpentine Gallery de Londres, de Sanaa, se realiza la elección de estrategias y materiales: vidrio y acero con diferentes acabados: desde el mate al espejo, pasando por el tejido metálico. La vegetación ocupa el contorno del edificio pero también algunos lugares en el interior de la plataforma y la cubierta. La cara inferior de esta llevará un acabado pulido que reflejará en un grado considerable tanto los elementos cercanos en el interior del edificio como la vegetación de segundo plano. El perímetro de la caja acristalada será doble. Entre ambas hojas se albergan cortinas de tejido metálico que permiten crear bandas de diferente opacidad. El espectador, a través de la caja de vidrio y por debajo de la “cubierta-espejo” observará una variación continua de imágenes y reflejos de la vegetación, en la que se mezclarán, fundirán y confundirán interior y exterior, primer y segundo plano.
A pesar de su geometría irregular, la pequeña escala del edificio hace que su construcción no necesite de grandes medios. El propio basamento, una superficie continua en hormigón pulido, generará en su interior una sencilla cimentación. Las cajas que albergan el programa son autoportantes, y se apoyan directamente sobre esta base corrida. La cubierta se apoya en una malla irregular de pequeños pilares. Su número es lo suficientemente grande como para limitar su sección, por lo que para todos ellos se utiliza un mismo perfil circular, de 100 mm de diámetro Entre ellos se plantea una red de nervios que dividen la superficie en triángulos, completada por un perfil perimetral adaptado a la geometría de la cubierta, para la que se busca mantener un canto reducido. Esta se completa con una lámina inferior con acabado en espejo, y una segunda lámina superior que garantice la impermeabilidad. Entre ambas se albergarán elementos de aislamiento y algunas instalaciones.
El grueso de las instalaciones del edificio se centralizan en la franja entre las cajas de servicio y la cubierta. Las cajas se retranquean en su parte superior, separándose de la cara inferior de la cubierta y permitiendo la ubicación de las instalaciones de climatización, evacuación de humos, aire, etc.
Tanto el basamento como la cubierta se perforan siguiendo el patrón irregular y orgánico de los árboles existentes. Cada árbol es el centro de una serie de círculos concéntricos, como ondas de gotas sobre el agua. Los de menor diámetro perforan la base creando amplios alcorques. Los intermedios, muerden y atraviesan la cubierta, generando juegos de luz y sombra. En las intersecciones entre los más grandes se ubica un bosque de pilares circulares de pequeña sección, una estructura irregular en su geometría que incorpora lo orgánico a lo tectónico.
El punto de partida del programa es posibilitar el uso combinado de espacios interiores y exteriores. Ello induce a intentar lograr una continuidad entre el interior y el exterior del edificio, una disolución de los límites físicos del espacio. Pensando en precedentes ya clásicos como la Fundación Cartier de París, de Jean Nouvel, o en otros tan recientes como el pabellón de la Serpentine Gallery de Londres, de Sanaa, se realiza la elección de estrategias y materiales: vidrio y acero con diferentes acabados: desde el mate al espejo, pasando por el tejido metálico. La vegetación ocupa el contorno del edificio pero también algunos lugares en el interior de la plataforma y la cubierta. La cara inferior de esta llevará un acabado pulido que reflejará en un grado considerable tanto los elementos cercanos en el interior del edificio como la vegetación de segundo plano. El perímetro de la caja acristalada será doble. Entre ambas hojas se albergan cortinas de tejido metálico que permiten crear bandas de diferente opacidad. El espectador, a través de la caja de vidrio y por debajo de la “cubierta-espejo” observará una variación continua de imágenes y reflejos de la vegetación, en la que se mezclarán, fundirán y confundirán interior y exterior, primer y segundo plano.
A pesar de su geometría irregular, la pequeña escala del edificio hace que su construcción no necesite de grandes medios. El propio basamento, una superficie continua en hormigón pulido, generará en su interior una sencilla cimentación. Las cajas que albergan el programa son autoportantes, y se apoyan directamente sobre esta base corrida. La cubierta se apoya en una malla irregular de pequeños pilares. Su número es lo suficientemente grande como para limitar su sección, por lo que para todos ellos se utiliza un mismo perfil circular, de 100 mm de diámetro Entre ellos se plantea una red de nervios que dividen la superficie en triángulos, completada por un perfil perimetral adaptado a la geometría de la cubierta, para la que se busca mantener un canto reducido. Esta se completa con una lámina inferior con acabado en espejo, y una segunda lámina superior que garantice la impermeabilidad. Entre ambas se albergarán elementos de aislamiento y algunas instalaciones.
El grueso de las instalaciones del edificio se centralizan en la franja entre las cajas de servicio y la cubierta. Las cajas se retranquean en su parte superior, separándose de la cara inferior de la cubierta y permitiendo la ubicación de las instalaciones de climatización, evacuación de humos, aire, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario