28.11.11

VISITAR ARQUITECTURA. IGLESIA EN SERIATE (BERGAMO)


A escasos cinco kilómetros del aeropuerto de Bérgamo (el que utiliza Ryanair para sus vuelos Low Cost cerca de Milán), está la Iglesia dedicada al Santo Papa Juan XIII proyectada por Mario Botta entre 1994 y 2000 y acabada de construir en 2004.
Este verano visité la zona norte de Italia y utilicé este aeropuerto como punto de llegada a la zona. Parece mentira, pero habitualmente solemos viajar con destinos fijos en la cabeza y no miramos lo que tenemos más próximo. Este es el caso, esta iglesia está muy próxima a la zona norte del aeropuerto, a escasos 10 minutos, tanto es así que cuando se aterriza o despega de allí se suele ver desde el avión perfectamente… El edificio, que forma parte de un conjunto más amplio compuesto por la casa del sacerdote, los despachos parroquiales y por el Santuario de S. Alejandro mártir del siglo XVII, se esconde ligeramente del barrio donde se encuentra y se rodea de espacios verdes y un riachuelo.
El conjunto destaca por la iglesia: un volumen de piedra roja de Verona que arranca prismático y se abre hacia el cielo a medida que alcanza los veintitrés metros de altura. El edificio se desarrolla dentro de un cuadrado de veinticinco metros de lado que genera un espacio único y sobre el cual se desarrolla un embriagadora cubierta de hormigón, madera y luz. Los materiales en el interior se vuelven más suaves y brillantes, pero manteniendo en los elementos sagrados y el suelo la piedra roja del exterior. Todas las paredes y techos están revestidos con láminas de madera dispuestas horizontalmente y laminadas con hojas de oro. La luz, que sólo entra desde el techo, resbala por los paramentos, y confiere al lugar un aspecto cambiante a medida que pasan las horas del día y los meses.
Las decisiones del arquitecto responden a su idea de iglesia como lugar perdurable en el tiempo y alejado de modas. Es, desde este punto de vista, desde donde hay que considerar la elección de los materiales: la piedra de Verona, la madera y el oro recuerdan a tipologías de iglesias del pasado. Se trata de soluciones adoptadas en el intento de conferir a este lugar sagrado un aspecto solemne y, al mismo tiempo, no banal, capaz de transmitir emociones desde el momento que se pisa su interior.