Zaha Hadid es uno de los talentos creativos más distintivos de su generación. Nacida en Bagdad en 1950, llegó a Londres en 1972 para estudiar arquitectura, y en 2007 celebró 30 años en la profesión. Dirige una oficina trabajando en proyectos que van en la escala de planes maestros urbanos como los de Singapur y Estambul, a objetos y muebles domésticos, pasando por edificios emblemáticos como el recientemente premiado, con el RIBA Stirling Prize 2010, Museo MAXXI de Roma.
En la década de 1980 Zaha Hadid atrajo la atención internacional con proyectos no construidos que quedaron en el papel, pero que sin embargo, transformaron las expectativas de lo que puede ser la arquitectura.
Obras recientemente 
terminadas, como el Centro de Ciencias Phaeno en Wolfsburg, el edificio central de BMW en Leipzig o el Centro Contemporáneo Rosenthal Art en Cincinnati, demuestran el compromiso con la construcción de Zaha Hadid.
terminadas, como el Centro de Ciencias Phaeno en Wolfsburg, el edificio central de BMW en Leipzig o el Centro Contemporáneo Rosenthal Art en Cincinnati, demuestran el compromiso con la construcción de Zaha Hadid.
En la actualidad sigue trabajando en una serie de proyectos que servirán como puntos de referencia en lugares tan dispares como Dubai o Guangzhou.
Estos proyectos complejos a gran escala, se complementan con otros de menor escala, proyectos modestos como un pabellón para el tratamiento contra el cáncer del Maggie´s Center en Kirkcaldy, Escocia.
La arquitectura de Zaha Hadid como la de cualquier gran maestro se forjó durante su aprendizaje en Londres a donde llegó como estudiante en la década de 1970. Era una época de recesión arquitectónica tanto por la escasez de trabajo y como por la pérdida de confianza en el Modernismo. Pioneros en la década de los años 30 como Le Corbusier y Mies van der Rohe, parecían muertos así como las utopías de la década de 1960.
La Architectural Association, donde Z.Hadid estudió desde 1972 hasta 1977, proporcionó un lugar único para el debate sobre las nuevas orientaciones en el diseño. Bajo el liderazgo de Alvin Boyarsky atrajo pensadores radicales y a profesionales de todas las tendencias ideológicas. Fue un tiempo en el que Bernard Tschumi, Rem Koolhaas, Leon Krier o Anson Brian estaban entre el personal docente. Clasicistas, activistas de la comunidad, conservacionistas y modernistas radicales tenían todos una plataforma. La experiencia tuvo un profundo efecto en Hadid.
La escuela generó un ambiente en el que Hadid pudo explorar una de los grandes movimientos del arte del siglo XX: el constructivismo ruso. Este período revolucionario fue el punto de partida para el desarrollo de un complejo de apartamentos y club con vistas a la ciudad de Hong Kong (proyecto ganador del concurso The Peak). El diseño rechazaba el estilo arquitectónico post-moderno que se aplicaba con elementos decorativos clásicos en columnas y fachadas de piedra. Aunque nunca se construyó, las composiciones pictóricas, extraordinariamente dinámicas, que utilizó para transmitir la esencia del diseño llamó la atención en todo el mundo y hoy en día siguen dando forma a la manera de pensar de la arquitecta.
Posteriormente, una serie de concursos de arquitectura fueron el centro de una enorme ola de energía de diseño en la primera parte de la carrera de Z.Hadid. Estas visiones de gran alcance convencieron a Rolf Felhbaum, el propietario de Vitra, y encargó a Z.Hadid su primer proyecto construido: una estación de bomberos en el complejo de la fábrica en Weil am Rhein, en Alemania.
A esta primera obra le siguieron una serie de diseños no realizados, como la Cardiff Bay Opera House (1994-96). La causa: el retraso entre la concepción de los diseños y dibujos que la granjearon su reputación, y la creación de los mismos. Hadid pertenece a una generación familiarizada con la idea de la arquitectura especulativa, como una actividad teórica en la que los dibujos de diseño son tan importantes como la construcción.
Después de la Estación de Bomberos Vitra terminada de construir en 1993, Zaha Hadid construyó muy pocos proyectos y casi todos de escasa entidad aunque de gran calidad. La confianza de los promotores en ella era escasa debido al pensamiento generalizado de que sus proyectos eran más teóricos que construibles. Una serie de concursos ganados y obras construidas (o en construcción la mayoría de ellas) en esta última década han demostrado que sus proyectos tienen una cualidad material fuerte y que posee una gran habilidad para traducir la deformación dinámica y la alteración del espacio (evidente en sus dibujos) en una realidad física.
En cuanto al diseño de mobiliario y objetos, diseño y arquitectura no son actividades muy diferentes. Si bien es cierto que la escala, los materiales y la estructura requieren un enfoque diferente, el diseño de objetos de pequeña escala y en un plazo corto de tiempo es cierto que a todos nos seduce. Una silla no es un edificio en miniatura, pero puede ofrecer la oportunidad de explorar una idea, o de ser tratada como una forma arquitectónica.
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